Los jóvenes de hoy en día son una pléyade
de caracteres que nada tienen que ver con toda la fauna nombrada anteriormente,
no se parecen a los muchachos que fuimos hace algunos años, las diferencias son
tan grandes que por un momento me vi sobrepasado en mis intentos de
acercamiento. los roces de opiniones eran fuertes y sus posturas eran defendidas
con tal firmeza, que sus profesores los tildaban de "difíciles" lo que
para mi representó todo un reto en mi condición de comunicador, asi que no me
quedo de otra que estudiarlos.
Poco a poco, hablando, discutiendo,
pero sobre todo escuchando me fui acercando, sus redes sociales, que no solo
son Facebook y Twitter, Ask e Instagram me daban un asomo de cómo se mueven,
definitivamente no ven televisión y sobre todo no escuchan radio. Los DJ's son
su fuente de alimentación musical y todos tienen ganas de comerse al Mundo.
Sus padres y representantes por
supuesto que han ejercido gran influencia, pero esto es mucho más complejo y si
bien están muy preocupados por la moda les preocupa mucho más hacia dónde va el
país. Son jóvenes y quieren futuro.
En medio de sus preocupaciones
quise darles un shampoo para la crisis en medio de su graduación, saboteada por
la falta de papel y la desorganización a nivel ministerial, finalmente se
graduaron y fiestearon como nunca y hoy son ya futuro.
Al ver tal riqueza me pregunto si
vale la pena que se queden en un país donde la diferencia entre un profesional
y un obrero son 400 bolívares de sueldo. Donde en las universidades
"experimentales" son obligados a marchar de rojo o donde para ir de
un lado a otro se exponen todos los días a perder la vida.
Si, mis muchachos son futuro, pero
si lo hacen fuera del país no los culpemos, porque los prefiero fuera de aquí que
conformándose con un mal gobierno y una ciudadanía mediocre que no pelea de ninguna
manera la merma de su calidad de vida y el arrebatamiento de sus libertades.
Hace algunos años yo creí que podía
ser agente de cambio, luche, me enfrente, hasta quedar sin músculo, para terminar
viendo como los que si tienen musculo económico para seguir luchando se pliegan
a ganar dinero de alguna forma con quienes nos desgobiernan.
Este no es el futuro que quiero para mis hijas ni
para ninguno de los muchachos que tuve el honor de conocer siendo el Presidente
de su promoción. Todos ellos se merecen no solo ser futuro, Ellos se merecen un
futuro que lamentablemente los hijos de Venezuela no están peleando.
Muchachos, A comerse el mundo, no
se conformen, yo creo en ustedes, háganse profesionales para que pierdan el miedo
y procuren su futuro donde sean felices.
Un Abrazo.
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