Erase un grupo de muchachos, por
allá en 1988 en mi natal Ocumare del Tuy, pintaban murales promocionando un
candidato presidencial, de noche, eran otros tiempos y no le teníamos miedo a
la inseguridad, cerca de las 9 en plena calle Bolívar se apareció la otra
juventud, eran conocidos como "los cabilleros" famosos por participar
en las llamadas "luchas sindicales" muy agresivos y muy ebrios
reclamaron la pared donde estábamos pintando un "Tigre" conocido como
"El presidente nuevo." Montado en una escalera, brocha en mano,
me bajaron y me pegaron un pote de pintura en la frente, entre el golpe y la pintura en verdad vi negro, Michel Ferrandina quien era el secretario de la JRC
Lander, herido y el mural esa noche quedo a medias, el prefecto para la época,
que termino trabajando en la emisora de mi padre cuando 2 años después ganamos
la Gobernación con Arnaldo Arocha, nos decía que la culpa era nuestra por
"provocar" a los muchachos del Diputado García. La dinámica de los
tiempos ha hecho que nos encontremos los bandos enfrentados en aquella
oportunidad y les juro que más nunca había recordado ese momento, hoy por hoy,
me doy la mano con los agresores y nos reímos juntos de lo ocurrido, jamás
había pensado como se sintió mi madre con aquello, hasta que hace poco, un
grupo de simpatizantes del gobierno (entre ellos un concejal de PSUV y funcionarios de la Gobernación)
atacaron a un grupo de jóvenes opositores que estaban montando pendones con sus
consignas, estos muchachos son el grupo que comparten con mi hija, quien
afortunadamente esa noche llego temprano a la casa, cinco heridos y cero investigación
es el saldo que abre esta historia que enfrenta la impotencia de los muchachos
y la angustia de los padres contra la impunidad, injustica e incapacidad de
nuestro sistema para generar seguridad. A simple vista ambos eventos podrían
parecerse pero no, en 1988 fue entre muchachos unos apoyados por funcionarios y
otros que no tenían ningún apoyo, en la actualidad es diferente, hoy son
muchachos sin apoyo contra funcionarios públicos que reciben dinero de todos
nosotros a través de nuestros impuestos, le pagamos para atacar a nuestros
hijos, además, si ambas situaciones fuesen iguales nuestra evolución democrática
ha sido nula. No porque paso antes debe repetirse hoy.
14 años desde que democráticamente elegimos
a una compañía circense para gobernar al país, su arribo al poder lleno de
esperanzas y apoyado en los olvidados del proceso democrático no ha cumplido
con la expectativa generada por la refundación republicana y menos con el
aceleramiento de la historia, porque una revolución es eso, el aceleramiento de
la historia, donde pasamos del presente al futuro, evocando el pasado solo para
mejorar el futuro y no esta degeneración temporal basada en la política de Pan
y Circo que tiene como estrategia utilizar programas sociales de bienestar
público y espectáculos para desviar la atención política de la ciudadanía, de
esta manera el apoyo público se fomenta no desde una administración excepcional
o políticas públicas eficaces sino a través de la desatención ciudadana y el
patrocinio. Tenemos un gobierno que lejos de corregir las injusticias del
mercado a pretendido y hasta cierto punto lo ha logrado, convertir a los más
necesitados en personas que no pueden valerse por sí mismas, son lo que son y
tienen lo que tienen solo a través del gobierno. La actual administración no
habla de progreso sino de dependencia gubernamental, en un proceso donde los
menos capaces de producir eligen a los menos capaces para gobernar
correctamente y que al no tener
capacidad de generar políticas progresistas, basan su gestión en el
otorgamiento de dadivas eternas las cuales debemos agradecer cada 6 años
votando por ellos para no perder lo que nos dan. Estos refundadores de la
patria han pretendido deshacer todo lo hecho por los gobiernos anteriores,
haciendo acuerdos nacionales donde con el engaño de la
"corresponsabilidad" lo único que han hecho es desviar la verdadera
responsabilidad gubernamental hacia la ciudadanía y de esto hay un montón de
ejemplos, La luz se va, es culpa del
exceso de consumo. La inseguridad es culpa del capitalismo, estamos acostumbrados
a querer todo lo que nos venden. La gente se muere en los hospitales porque no
se cuida. No hay agua, la gente gasta mucha agua, debe bañarse con totumas. y
como estos muchos más. Cuando mi hija vive la misma violencia política que yo viví,
no hemos avanzado nada, ni siquiera estamos en el mismo sitio, Cuando un
funcionario público agrede a jóvenes solo porque los ve como un peligro a
perder sus dadivas estamos en presencia de la más feroz de las ineptocracias. Mis
queridos lectores, tenemos la oportunidad de terminar este círculo vicioso
ineptocrático en donde nos han metido, Este gobierno, al igual que los circos en
desgracia que le crecen los enanos, le crecen los ríos y se le caen los
puentes, dejando al descubierto su ineptitud e incapacidad para llevar las riendas
del país, ¿Vas a permitir que esto siga ocurriendo? Yo no... Hasta la próxima.
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