martes, 17 de octubre de 2017

¿Por qué el gobierno "ganó" las elecciones regionales?

                Antes de contestar esta pregunta quiero advertir que lo hago desde mi óptica como comunicador y ciudadano que ha observado el deterioro de la calidad de vida de mis compatriotas en los últimos 6 meses surfeando una crisis, la peor de los últimos tiempos, así que las siguientes líneas son un ejercicio de objetividad desde mi esquina, con la prudencia que se debe tener en un país donde la imprudencia en todo sentido se paga muy caro.
                           No es un secreto para nadie que las condiciones de vida para los venezolanos son las peores que ha vivido el país y sus ciudadanos en la llamada era democrática, que se inicia en 1958 con el derrocamiento del general Marcos Pérez Jiménez. A partir de ese momento, gobiernos socialistas moderados se alternaron el poder descuidando a un pueblo al punto que para 1998, cuando el sistema de democracia bipartidista se agotó como alternativa, dio paso a una tercera vía personificada en el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, que entre otras cosas, volteó su mirada hacia los más desposeídos, los que no habían sido observados por los gobiernos democráticos, ganando las elecciones, a pesar de que los partidos del “Status quo” manipularon el sistema para impedir su victoria, una coalición de partidos de izquierda, la intelectualidad y los grandes medios hicieron posible el posicionamiento como figura del militar. Chávez ganó en buena lid.
                           Cuando los apoyos democráticos le incomodaron a Chávez, poco a poco, se fue virando hacia a la izquierda, siempre arropado bajo la legitimidad que le daba ser el primer representante del pueblo. En su nombre defendió los ideales populares contra los enemigos, aquellos que hicieron invisible a los más pequeños, los medios, la intelectualidad, el imperio, el poder económico, entre otros. Con una bonanza petrolera sin precedentes, Chávez busco cerrar la brecha entre ricos y pobres, utilizando a los uniformados para ello y el “Plan Bolívar 2000” fue el primer ejemplo de ello. El pueblo vio en Chávez a su protector. Desafortunadamente para Chávez, una enfermedad lo saca del juego político: un cáncer lo mata, pero ya había sido sembrado en el colectivo que la lucha por defenderse de aquellos que no se ocuparon en el pasado habría que librarse. Desafortunadamente para el pueblo, otro cáncer se  enquistó en quienes gobiernan hoy. La corrupción se abre paso para que desde la ignorancia y la ambición se aferren al poder los herederos del “comandante eterno”.
                           Es absolutamente inconsistente que un pueblo sometido a falta de alimentos, con hambre, sin medicinas, con índices de violencia altísimos, donde se ha destruido todo el aparato productivo y viviendo en pobreza extrema, apoye a sus gobernantes como nos sugiere el resultado electoral, pero también es cierto que una renovación de cuadros dentro del gobierno, donde se rescate el ideal abrazado por las razones que llevaron al gobierno a ser mayoría en su oportunidad podría hacer que se tenga más miedo a ser invisibles otra vez que a aventurarse por caminos de trabajo y rescate de derechos y beneficios que jamás han conocido.
                           Todos los sondeos y compañías especializados daban por descontado que el “descontento” ganaría cerca de 18 gobernaciones en los comicios del pasado 15 de octubre, las encuestadoras, en un hecho sin precedentes, acertaron el número de participación que, según datos oficiales, es ligeramente superior al 61%, pero no así los resultados, lo que quiere decir, que los modelos de análisis y comportamientos estadísticos probados en todo el mundo en la única parte donde no funcionan es aquí. Cuidado, esto no basta para cantar fraude, pero es una observación a tomar en cuenta.
                           ¿Por qué el gobierno “ganó” las elecciones regionales?
                           Primero tenemos que decir que esto no se debe a una sola razón sino a la sumatoria de múltiples elementos a considerar:
1)     La mayoría de los abstencionistas son independientes u opositores.
El fenómeno de la abstención fue determinante cuando ésta se procuró y focalizó en áreas específicas del electorado. Si la mayoría de los independientes u opositores votan contra el gobierno, pero estos se abstuvieron, es lógico que el resultado no se parezca en nada al sentimiento general.
2)     El sesgo electoral.
La elección regional no fue competitiva y mucho menos justa. El poder electoral hizo cambios de domicilios focalizados de última hora, no le permitió a la oposición sustituir candidatos, no informó debidamente al electorado de sus acciones, en fin, beneficiaron abiertamente al sector oficial y con cada nueva declaración auspiciaron la abstención. Todo el aparato gubernamental trabajó para desalentar el voto opositor y para amarrar el voto de los más desposeídos. La baja inversión hecha por el gobierno en publicidad sugiere que no le interesaba el voto popular, su esfuerzo fue asegurar que su voto duro fuese a votar, esto último lo logró.
3)     La oposición fue dividida.
El Gobierno se compactó ante la amenaza cierta de perder el control de las gobernaciones, en cambio la oposición se dividió entre “Moderados” y “Radicales”. Esta división impactó directamente las posibilidades de victoria de quienes promueven el voto como opción de lucha, perdiendo potencia y efectividad de la alternativa propuesta en estados claves.
El descontento sigue siendo mayoría, los promotores del voto no.

                                    Todo esto podría explicar en parte lo ocurrido en las elecciones regionales, lo que no podemos es perder el centro. Estos resultados no se habrían obtenido en el marco de unas elecciones abiertas, transparentes y competitivas, donde el árbitro en vez de jugar a favor de una de las partes se hubiese comportado como garante de la voluntad popular. Una cosa si es cierta, hoy el gobierno está alejado más que nunca de la democracia, hoy es más ilegítimo, ha cerrado la alternativa electoral con descaro y sin piedad, hoy son más dictadura que ayer.

                                 El descontento es mayoría, cómo capitalizarlo para vencer es la gran tarea que tienen los líderes de la oposición hoy.

martes, 1 de agosto de 2017

Sorpresa

Caracas y Venezuela amanecen sin sorpresas. Desde hace un tiempo una buena parte de los venezolanos sabemos que el gobierno revolucionario miente en todo lo que dice. Es por ello que no sorprendió a nadie cuando, pasada la media noche, la presidenta del Consejo Nacional Electoral la socióloga Tibisay Lucena anunció que la participación en el evento electoral de elección de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente había sido de más de ocho millones de votantes. Incluso ese número ya lo sabíamos. El gobierno de Maduro se planteó vencer la cifra que ellos mismos habían desconocido dos semanas antes cuando la oposición había anunciado sus siete millones seiscientos mil participantes en su consulta contra lo que se cree podrían ser las intenciones totalitarias de la revolución. Tampoco fue sorpresa el discurso incendiario y amenazante utilizado por Nicolás, embriagado por la falsa victoria que a los ojos de todos lucía como un intento desesperado por disfrazar la profunda derrota que le había propinado el pueblo venezolano con la ausencia evidente de electores a su llamado a constituyente fraudulenta. No sorprendió que tampoco no sonaran los cohetes y caravanas por las calles celebrando una inexistente victoria, nada de esto pasó. La Venezuela del 30 de julio está más que enterada, incluso aquella que apoya aun a Maduro, de que la inmensa mayoría quiere que las cosas cambien radicalmente en el país. La Fiscal General de la República reiteró su llamado a desconocer el “Fraude Constituyente” manteniéndose ella y su institución en pie de guerra contra la violación de la constitución. Tampoco fue sorpresa cuando en su rueda de prensa habló de los delitos de Lesa Humanidad y su postura de ir a instancias internacionales para su denuncia. 40 países rechazan y desconocen la Nueva Asamblea Nacional constituyente y la declaran nula. Estados Unidos incluyó a Nicolás Maduro en un muy selecto club de presidentes sancionados por el departamento del Tesoro, club, éste conformado por Mugabe, Kim Jong-un y Bashar al-Ásad, puras joyitas, por cierto, llamaron a Maduro “Dictador”. ¡Nicolás ya tienes el título! Almagro se dejó ver en los medios internacionales y las redes sociales con una declaración para la historia, habla de la determinación del pueblo a seguir luchando contra “Los Dictadores” y una vez más nos mostró su compromiso inquebrantable de continuar desde su posición en la OEA para lograr la libertad y la democracia en Venezuela. La represión se hizo presente una vez más dejando como saldo al menos 10 personas fallecidas en el marco del fraude electoral, tampoco sorprendió el desparpajo con que nuestro flamante ministro de defensa, Wladimir Padrino López, negó la existencia de tales eventos, así como la risa irónica de Jorge Rodríguez, alcalde de Caracas, al referirse al tema de la violencia.  Nada de esto tomó por sorpresa a los venezolanos, el lunes temprano, en cualquier rincón se escuchaba hasta con tranquilidad lo que había pasado el día anterior, nada ha cambiado, las protestas seguirán y el régimen ahora es más débil, cada día son más los que saben que mienten.
Sorpresa se llevaron Maduro y sus secuaces cuando se dieron cuenta que la desesperanza no se hizo presente esta vez. Por más esfuerzo mediático y económico no lograron amilanar la voluntad de los venezolanos. La constituyente nació muerta.
Nicolás ya se sabe Dictador…
Por ello, de madrugada, entre gallos y medianoche, como actúan los delincuentes, ladrones, autoritarios y dictadores, secuestran a Leopoldo López y a Antonio Ledezma. Esta acción solo busca golpear la esperanza que tiene el pueblo de que este régimen esta en sus tiempos finales.
Venezuela lo sabe, sabe que son y sabe cómo actúan, así que hagan lo que hagan, ya nadie les cree.
Los venezolanos somos demócratas, sabemos de elecciones, sabemos que lo que vivimos no es un estado normal, sabemos que nos gobiernan delincuentes y es por ello que nada de lo que digan nos toma ya por sorpresa.

Vaya que sorpresa para el gobierno enterarse de que ya Venezuela no le tiene miedo.

martes, 11 de julio de 2017

Divide y vencerás

El sábado 08 de julio nos levantamos con la noticia desde España, a través del presidente de su Gobierno Lic. Mariano Rajoy, de que a Leopoldo López, preso político de Nicolás Maduro y líder opositor venezolano, le habían otorgado por parte del Tribunal Supremo de Justicia, el beneficio procesal de “Casa por cárcel” con el fin de cumplir el resto de su condena de 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas desde su residencia al lado de su esposa e hijos.
Sobre López pesa dicha sentencia por los delitos de: “Incendio de edificio público, daños a la propiedad pública, instigación a delinquir y el delito de asociación para la delincuencia organizada”; imputados en un juicio denunciado por muchas organizaciones de derechos humanos y gobiernos en todo el mundo,  de viciado y mal intencionado, sin respeto al debido proceso y donde finalmente fue responsabilizado por las protestas de 2014, las cuales dejaron un saldo de 43 personas fallecidas, más de 800 personas heridas y perdidas económicas, según cifras oficiales, de 10 mil millones de dólares.  
Tras la confusión inicial al leer la noticia, sin confirmación de ningún actor nacional y con el silencio de los familiares, fuimos testigos de cómo el Gobierno Venezolano una vez más, haciendo uso de su red de medios nacionales y sus voceros internacionales, revelaban el verdadero plan que hay detrás de una jugada política de este tenor. Vimos a un Nicolás Maduro en cadena nacional mencionando la decisión del TSJ (propuesta por su presidente Maikel Moreno) y dejando claro que “en virtud de la separación de poderes existente en Venezuela, él como presidente respetaba la decisión del poder Judicial”. En la misma cadena Maduro declaraba su inocencia en el juicio contra López señalando a la Fiscalía como responsable de los delitos imputados.  Cabe recordar que la Fiscal General de la República, hoy por hoy, es una de las más fuertes oponentes al régimen, en la pretensión de éste de realizar una asamblea constituyente, que en opinión de muchos analistas políticos, solo serviría para quitar el carácter democrático de las subsiguientes consultas con el único fin de perpetuar a los actuales mandatarios en el poder.
El hecho cierto es que la noticia sorprendió a todos en Venezuela, ser emitida desde la Cumbre del G20 por el presidente del Gobierno Español, trajo consigo conjeturas de toda índole, desde negociaciones para una salida presidencial hasta trampas y conspiraciones internacionales para mantener el “status quo”. El gobierno de Venezuela hábilmente aprovechó la confusión para restar importancia a los 99 días de protestas pacíficas como forma de presión para que se den cambios en el país. Horas después y por televisoras privadas nos encontramos al “Defensor del pueblo” Tarek William Saab, revelando que fue la misma Lilian Tintori (esposa de López) quien solicitó en una carta dirigida a él la medida, “las negociaciones tienen tiempo y los familiares sabían que se estaban estudiando alternativas”, esto con la intención de dejar mal parada a la conocida dirigente y comunicadora.
La ola de críticas a Lilian, a la MUD (Mesa de Unidad Democrática) y a todos los dirigentes de oposición no se hizo esperar. El gobierno logró una vez más minar la credibilidad de los opositores sembrando desconfianza y decepción en sus seguidores. En una batalla mediática nos encontramos con la mayoría de los venezolanos coincidiendo en la necesidad de salir de Maduro, pero distraídos hablando sobre las razones que tenían dirigentes y familiares de López en “negociar” su salida de la cárcel y no una salida del Régimen.
Este es el momento para pensar en lo que realmente nos está pasando. Las razones para protestar siguen intactas, la inseguridad, el desabastecimiento y el hambre campean sobre el suelo patrio, el gobierno se empeña en su constituyente fraudulenta y a Leopoldo solo lo cambiaron de cárcel. El agradecimiento por la medida solo habla de la desesperación de una esposa por la condición de su marido preso y las voces unidas del gobierno dejando ver su apego a la misma medida, nos muestra la bajeza del régimen que imposibilitado de ofrecer soluciones se dedica a dividir para buscar victorias momentáneas sobre sus oponentes. Lo único que ganó el gobierno con todo esto fue tiempo, sin embargo no mucho. “Divide y vencerás”, es la estrategia a la que apela el régimen. 

No olvidemos por favor que en Venezuela no hay una democracia. Nos matan de distintas maneras: hampa, hambre, violencia, desabastecimiento y represión.
No hay elección que devuelva el carácter democrático a estos delincuentes que nos gobiernan hoy.  Seguimos teniendo la última palabra sobre nuestro destino. No le hagamos el juego el gobierno.

Venezuela exige coherencia, seriedad y unidad. ¡El país está PRIMERO! 

viernes, 12 de mayo de 2017

It's time to be Venezuelan!

No doubt, Venezuela is experiencing the reddest moment of recent years. Unlike other times, we are not painted red product of an advertising or political strategy, it is not the consumption of a massive product, nor is it the latest fashion that is used in other places; The red that today covers Venezuela comes from the blood that spills daily, mostly young blood, which contrasts with the black color of the asphalt where the vital fluid falls and is lost every time a life is truncated product of intolerance and by the excessive ambition of our rulers.
It is the Venezuela of Simon Bolivar, a Venezuela marked by the blood of its men and women from pre-Hispanic times. This particular ink that serves to write the pages of our libertarian and optimistic history always spills over the white pages of mourning and suffering of mothers and brothers in the name of the future.
Being Venezuelan is our sixth sense and has nothing to do with being born or living in Venezuela. We Venezuelans are as we are in large part because of our desire to be happy and live in peace. That's why a Venezuelan stays in his country, that's why a Venezuelan emigrates, that's why a Venezuelan fights and that's why a Venezuelan is indifferent. It's in our genes, it's in our blood.
Venezuelans always want to be happy. The ways to achieve this are particular, but when it is impossible to achieve happiness, Venezuelan join others in search of the same and we infect all those around us to help us in this mission. That is why the friends of Venezuela are present in the words of every foreigner who gives us his hand in passing. I'm not talking about governments, I'm talking about people.
A Venezuelan is Venezuelan wherever he is. A Venezuelan does not know postures and always, whether he wants to or not, people will know that he is Venezuelan. That is why a Venezuelan away from his land will always be thinking about his mother, his mother Venezuela.
A Venezuelan in Venezuela is not happy because they snatched away his Venezuela. A Venezuelan abroad is not happy because they snatched away his Venezuela. There is no difference between one and the other.  Venezuelans are all living bitter moments and those who are in the country suffer from living in a country that no longer resembles their country and the one is abroad suffers from living in a country that is not their country and find out that their parents, brothers, children, friends live in a country that no longer resembles his country.
Today more than ever Venezuelans are united in a feeling that is called Venezuela. No matter where they are, they are making themselves felt. The blood of us Venezuelans calls us all.
Venezuelan listen to your blood and if you feel the call, then it is your time. It's time to be Venezuelan!

jueves, 11 de mayo de 2017

¡Es la hora de ser venezolano!

Sin lugar a dudas, Venezuela vive el momento más rojo de los últimos años. A diferencia de otros tiempos, no estamos pintados de rojo producto de una estrategia publicitaria o política, no es el consumo de un producto masivo, ni es la última moda que se usa en otros lugares; el rojo que hoy luce Venezuela viene de la sangre que se derrama a diario, en su mayoría sangre joven, que contrasta con el color negro del asfalto donde cae el vital fluido y se pierde cada vez que se trunca una vida producto de la intolerancia y de la ambición desmedida de nuestros gobernantes.
Es la Venezuela de Bolívar, una Venezuela marcada por la sangre de sus hombres y mujeres desde tiempos prehispánicos. Esta particular tinta que sirve para escribir las páginas de nuestra historia libertaria y optimista, siempre se derrama sobre las páginas blancas de luto y sufrimiento de madres y hermanos en nombre del futuro.
Ser venezolano es nuestro sexto sentido y no tiene nada que ver con nacer o vivir en Venezuela. Los venezolanos somos como somos en gran parte por nuestro deseo de ser felices y vivir en paz. Es por eso que un venezolano se queda en su país, es por eso que un venezolano emigra, es por eso que un venezolano lucha y es por eso que un venezolano es indiferente. Está en nuestros genes, está en nuestra sangre. Los venezolanos siempre queremos ser felices. Las maneras de lograrlo son particulares, pero cuando es imposible lograr la felicidad, el venezolano se une a otros en busca de la misma y contagiamos a todos los que nos rodean para que nos ayuden en esta misión. Por eso los amigos de Venezuela se hacen presente en la palabra de cada extranjero que nos brinda su mano al pasar. No hablo de gobiernos, hablo de gente. 
Un venezolano es venezolano donde se encuentre. El venezolano no sabe de posturas y siempre, aunque quiera o no quiera, la gente sabrá que es venezolano. Es por ello que un venezolano lejos de sus tierras siempre estará pensando en su madre, su madre Venezuela.
Un venezolano en Venezuela no es feliz porque le arrebataron su Venezuela. Un venezolano en el extranjero no es feliz porque le arrebataron su Venezuela, no hay diferencias entre uno y otro. Los venezolanos todos estamos viviendo momentos amargos y quien está en el país sufre por vivir en un país que ya no se parece a su país y quien está afuera sufre por vivir en un país que no es su país y enterarse de lo que viven sus padres, hermanos, hijos, amigos en un país que ya no se parece a su país.
Hoy más que nunca los venezolanos estamos unidos en un sentimiento que se llama Venezuela. No importa donde estén, se están haciendo sentir. La sangre de nuestros venezolanos nos hace un llamado a todos.

Venezolano escucha tu sangre y si sientes el llamado entonces es tu hora. ¡Es la hora de ser venezolano!

jueves, 4 de mayo de 2017

Goebbels vive. Disculpen que desconfíe.

3 de mayo de 2017
¿Qué pasó en Venezuela?
Las protestas contra el gobierno continúan, la marcha con los diputados al frente ha sido repelida una vez más por los agentes de la Guardia Nacional Bolivariana con tanquetas y bombas. Se prohibe por parte del gobierno el porte de armas; los colectivos atacan estacionamientos robando autos en presencia de los organismos de seguridad; en las protestas más de 300 heridos: un joven fue arrollado por una tanqueta y se encuentra grave y un menor de edad (17 años) muerto. La Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz declara: “No podemos exigir comportamiento legal si el Estado viola la ley” en alusión directa al llamado a constituyente hecho por el presidente y a las violaciones del debido proceso de los protestantes detenidos. El CNE recibe de manos del Presidente el decreto de llamado a constituyente y luego Maduro sale bailando salsa en la televisora del estado. Caracas y Valencia prácticamente paralizadas, la anarquía se apodera de las ciudades importantes y sin embargo la noticia fue la Fe de Vida del opositor y preso político Leopoldo López.
Cerca de las ocho de la noche, el periodista Leopoldo Castillo a través de su cuenta de twitter alerta al mundo: “Información, traslado de Leopoldo López desde Ramos Verde al Hospital Militar sin signos vitales. Régimen maneja hipótesis de intoxicación.” Inmediatamente todos los que vimos la información pensamos que la cuenta de Castillo había sido hackeada, pero una hora más tarde otro tweet aparecía en la cuenta: “Mi cuenta no ha sido hackeada, siento compartir esa información.” Momentos después periodistas confirmaban (entre ellos Rafael Poleo, Editor de la revista Zeta y el Periódico El Nuevo País) que la cuenta no había sido hackeada y que el propio Castillo confirmaba la información y hasta el senador republicano Marco Rubio confirmó la premisa enterando al mismo presidente de los Estados Unidos Donald Trump de lo sucedido. Durante las siguientes dos horas, todo el país estaba consternado, esperando una respuesta de las autoridades. La esposa de López se dirigió al Hospital Militar y los abogados se fueron hasta la cárcel sin obtener respuestas hasta que por el canal del estado a través del programa del Diputado Diosdado Cabello fue transmitida la Fe de Vida que exigía todo el país. Al mejor estilo de las FARC, editada y con un Leopoldo López fuerte, habló a su esposa y al país diciendo que estaba vivo. Fue así como se dejó de comentar la tragedia vivida en las protestas durante el día, para agradecer el “gesto” por parte del gobierno. Una vez más el manual de propaganda de Joseph Goebbels, el ministro de propaganda Nazi funcionó: “Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".

A estas alturas no sé si Leopoldo López está vivo o muerto, si le hicieron algo. Sé que con la trayectoria de Castillo no va a dar una noticia de esta naturaleza para terminar su carrera periodística.  Lo que sí sé y estoy seguro es que Leopoldo está secuestrado y Goebbels vive. Disculpen que desconfíe.

miércoles, 3 de mayo de 2017

Prostituyente...

A propósito del llamado a constituyente “Comunal” hecho por el Presidente Nicolás Maduro, comencemos por el principio.
Una asamblea constituyente es una reunión nacional de representantes populares que asume el objetivo específico de dictar las reglas que, en el futuro, regirán la relación entre gobernantes y gobernados y el funcionamiento y distribución del poder, fundamento de su sistema político y social. Ese ejercicio soberano se conoce como poder constituyente al que deben someterse todos los poderes constituidos e instituciones públicas; un nuevo pacto social en el que todos los involucrados se comprometen a cumplir una vez que sea sancionado y aceptado por todos. Es la expresión democrática suprema por naturaleza y se invoca cuando se necesitan transformaciones radicales orientadas a cambios en las estructuras básicas del Estado.
Venezuela, y no es un secreto para nadie, sufre en los actuales momentos de la mayor y más grave crisis de todos los tiempos. La confrontación de modelos económicos incompatibles, la torpeza en el manejo de las políticas públicas, el nacionalismo mal orientado y la corrupción como variable económica, han llevado a Venezuela a un punto de intolerancia con respecto a toda la institucionalidad existente. Es muy sencillo suponer que un llamado a constituyente podría ser el inicio de la implementación de programas y acciones que concluyan con el mejoramiento de la calidad de vida de la población en general, sin embargo, la degeneración de las instituciones, la incompetencia e improvisación demostrada a lo largo de los últimos tiempos por quienes tienen la responsabilidad de gobernarnos, no sugieren que el problema sea nuestra constitución, que entre otras cosas, es muy joven y que con el tiempo ha sido aceptada por todos los involucrados. Para su promulgación contó con el apoyo de quienes gobiernan hoy y cuando fue amenazada por una reforma amañada y oportunista, fue defendida por quienes la adversaron en principio, lo que la convierte en una constitución apoyada por todos los sectores en dos momentos distintos de nuestra historia reciente.
El problema en Venezuela no es la constitución, la constitución de 1999 es un problema para el gobierno y su grupo de cómplices que ya no le interesa el carácter democrático de la misma.
El llamado a constituyente hecho por el ciudadano presidente, de manera oportunista y en términos que NO están consagrados en la constitución como mecanismo para su reforma o enmienda, no mejora en nada la situación de nosotros los venezolanos, todo lo contrario, en el mejor de los casos, lo único que consigue es ganar tiempo y evitar confrontaciones electorales negando el verdadero espíritu democrático que deben tener los comicios que están vencidos y los que están por venir.
No necesitamos una nueva constitución. Necesitamos que se cumpla la que tenemos.
El presidente ha firmado el decreto llamando a constituyente, con el “fin supremo” de dejarnos sin democracia en el marco de una democracia en apariencia, de darles carácter constitucional a sus intenciones de perpetuarse en el poder y convirtiendo en constitucional la miseria que vivimos. En otras palabras, la degeneración y prostitución política se hacen constitucionales.
Si los que nos gobiernan son una cuerda de ladrones, chulos y prostitutas políticas y son éstos quienes con este llamado redactarán una nueva constitución, mal podría llamarse constituyente, más apropiado sería llamarla  “Prostituyente”.
La pregunta que debemos hacernos todos es: ¿Nos vamos a dejar prostituir? Los buenos somos más. Venezuela es Venezuela antes de estos bandidos y será más cuando salgamos de ellos.
Así que, desde donde te encuentres, de la manera que tengas y puedas, NO te dejes prostituir. Abraza tu constitución, invoca el artículo 350 y oponte ante la pretensión de convertir a Venezuela en un bar de caminos.
NO a la prostituyente de Maduro!

jueves, 27 de abril de 2017

Mi segundo primer post.

Un año y cuatro meses me tomó escribir en esta plataforma que, como pueden notar, no tiene el mismo nombre. Ya no me siento como entre dos tiempos, necesitaba un viaje para crecer y sentir que mi único tiempo es ahora.
Efectivamente viajé, América, Europa y Asia me sirvieron de destino y créanlo o no, cuando hablo de un viaje me refiero al más largo de todos los viajes, ese que va de la cabeza al corazón y fue ese viaje con todo lo que significa que me enseñó cuál es mi verdadero tiempo.
La experiencia me tomó poco más de un año y poco a poco estas líneas servirán de vehículo para enseñarles como fue ese viaje: mi reencuentro con el amor, el sentirme mejor ante el espejo, mi experiencia con las religiones, el aprender idiomas, el conocer gente alrededor del mundo, el mundo que me rodea, el darle el justo valor a las cosas y situaciones, la muerte y sus enigmas, las emociones y su percepción, la vida, esta única vida que tenemos y que debemos cuidar.
Coincide todo esto con mi cumpleaños número cincuenta y les digo que en honor a la verdad siento que es el medio cupón. El balance obligado que hace todo hombre al llegar a esta edad sirvió, entre otras cosas, para recordar la esencia del hombre que soy, el niño que llevo en mi espíritu y el alma trascendente que habita en mi temporal cuerpo.
He regresado, y lo hago con el compromiso firme de mostrar mis sueños, de emprender la más grande de las empresas y mostrar el camino para que quienes me rodean se contagien de esa emoción.
Ser feliz es la más grande de las empresas. Eso no quiere decir que no tengamos momentos tristes, dolores profundos ni problemas agobiantes, ser feliz es una decisión, es una lucha diaria, es una pelea que se enfrenta estando sanos de cuerpo, mente y alma. Yo sigo mi progreso y ya puedo hablar con libertad de ello.
Este espacio que inicio no hablará exclusivamente de buenas intenciones, de ejercicios, de viajes y de emociones, sino tocaremos distintos tópicos del día a día, realidades, política e incluso alguno que otro tema que no será agradable, pero de eso se trata la vida, tener la libertad de hablar y sentirse bien por ello.
Tener la edad que tengo y no tomar ventaja de ello es desperdiciar lo vivido hasta ahora. Poder utilizar la experiencia como parte de un escudo para evitar los engaños de los sentidos, es lo que siento que gané en este viaje, el de la cabeza al corazón. Ahora puedo escribir y hacerlo con más libertad.
Así como un boxeador a la mitad del combate tiene un segundo aire y comienza de nuevo a boxear, me presento de nuevo con mi segundo primer post, a retomar las letras. por ello, cada vez que pueda, me tomaré la libertad de escribir para conectarnos por este espacio, mi espacio particular. El puedario de Eleazar.