jueves, 23 de junio de 2011

El Precio.

Dos veces en mi vida he dicho Me voy a casar, en ambas oportunidades obtuve la misma respuesta, aunque los desenlaces fueron muy distintos. La primera vez, tenía 17 años de edad, acababa de salir del liceo y mi madre me contesto “Esta bien, te apoyo” pero era demasiado tarde, la muchacha días antes me había planteado la situación ante la presión en su casa (le habían arreglado su futuro) pero mi respuesta inicial fue “No puedo” ella desapareció enfrentando el destino que otros decidieron por ella, cuando volví, ya con el apoyo de mi madre, no la encontré, mi madre me recibió para consolar mi primer desamor. La segunda vez y como les adelanté, recibí la misma respuesta de mi madre “Esta bien, te apoyo”  y la historia es conocida por muchos, me case, tengo una bella familia y mi madre ha estado en todos los momentos, buenos y malos, cumpliendo su palabra, siempre apoyándome. Estoy seguro que esto no solo ocurre conmigo sino que mi madre hace lo mismo con el resto de sus hijos pero me atrevo a escribir de ello porque ahora con 44 años de edad, 20 de casado y con hijas de 18 y 14, veo ante mí, la enorme empresa que significa apoyar a los hijos.
Los padres por lo general creemos que podemos controlar y arreglar todos los aspectos de esos seres que Dios en su infinito amor, nos han dado, con la responsabilidad de guiar para hacerlos hombres y mujeres de bien, mas dar esas herramientas de vida solo se logra con una base solidad de valores, que solo se adquieren con los años y que cuando nos toca transmitirlas estamos preparando directamente a nuestros nietos. A los hijos no podemos evitarles el dolor, pero podemos apoyarlos para que lo enfrenten. Es allí donde quiero llegar, Hoy cuando mi hija mayor defendía su proyecto para optar por el título de bachiller, no podía creer como se repetían en mi mente todas las enseñanzas que a lo largo de los años he obtenido, muchas de ellas directamente de Isabel, Antonio, Teodoro y Linda Margarita, (mis abuelos) y que hablaban en las voces de Devora y Eleazar (mis padres), soy privilegiado al recibir apoyo, que convertido en amor puro me encargue de transmitirlo a Eileen. Allí estábamos, su madre, su hermana Ellen y yo, en familia para no dejarla sola. Una vez más sonó en mi cabeza “Esta bien. Te apoyo”
Estamos en tiempos raros, donde todo tiene precio y casi todo es comprable, pero en días pasados aprendí de mi hermano Eliú “si algo cuesta dinero, entonces no vale nada” y por supuesto que lo saben mis queridos lectores, pero me provoca decirlo. Tener familia cuesta y mucho, pero no tiene precio. Hasta el próximo apoyo. 

sábado, 18 de junio de 2011

Huele a espíritu joven

       Ayer entre una cosa y otra me entere que en enero de este año murió Jack Lalanne. Yo jamás he hecho deportes salvo alguna que otra caimanera que termino en una echadera de palos allá en mi recordada Colonia Mendoza, pero la muerte de este señor conocido como “el padrino del fitness” me llamo la atención, con 96 años aparecía en las cuñas de un procesador de jugos que llevaba su nombre y hasta el día antes de su muerte se ejercito dos horas diarias luego levantaba pesas por hora y media para finalizar con media hora de caminata o natación. Seguramente ustedes, mis queridos lectores, se preguntaran ¿si Eleazar no juega ni carnaval, porque le intereso Lalanne? Es simple, Este personaje siempre se vio a sí mismo como un joven, lucho toda su vida contra la vejez y para mi es inevitable compararlo con mi papa que con 7  años menos, hoy los años han hecho estragos en su siempre joven espíritu pero que al igual que Jack, tenía su lucha particular por seguir siendo el catire Ramos, mi papa creía en la juventud espiritual, cultivó el estudio y la lectura para su crecimiento, El miedo a la miseria y el odio a los tiranos han sido siempre su norte. Cuento estos detalles como preámbulo para confesarles que yo creo en la Juventud del espíritu pero estoy consciente de que tengo un cuerpo que a cada momento me recuerda mi edad, si yo tengo alguna lucha será contra el dolor físico, he vivido lo suficiente como para percatarme del desarrollo de las mesitas de noche, que pasaron de tener ceniceros y botellas a estar full de biberones y pañales y últimamente toda clase de pastillas y controles remotos, viéndolo así, mi espíritu está intacto pero los cambios se ven. A mis 44 años vi la muerte de Lennon, me estremeció la de kurt Cabain, llore la de Michael Jackson y no niego que escucho mucho a Cerati. La juventud se siente, se respira, se ríe, sobre todo se ríe de uno. La vida nos da oportunidad de alimentar el espíritu y por supuesto de mal alimentar el cuerpo y en esto hablo exclusivamente de mí, en estos días le dije a mi esposa “Tengo ganas de empezar a pensar en empezar a madurar” y su respuesta fue lapidaria “estamos escoñetados entonces”¿pero porque? si yo siempre he sido como soy y como soy me siento, he hecho en mi vida lo que me gusta hacer (o casi todo lo que me gusta hacer) desde hace años trato de escuchar la mejor música, todo lo que puedo lo leo, siempre he usado zapatos de goma, la mas de las veces he intentado dar un buen ejemplo  (que confieso que no he logrado siempre) y mi cabello ahora es que le están saliendo algunas canas, por cierto desde siempre he usado el mismo shampoo, se llama Head & Shoulders® que en todo este tiempo ha cambiado de color, de envase, de formula quizás, pero nada de eso me preocupo hasta este ultimo que estoy usando que lo compro mi esposa. Ahí estaba yo, en el baño, desnudo, listo para ducharme, cuando leí “for men, prevención caída” Dios mío, ¿será que ella está notando algo que yo no me he percatado? (o no he querido notar), espero que no… pero no puedo dejar de mirar el envase, ¿será que era el único que había en la tienda? No se, por lo pronto, ya sé porque prefiero escuchar Smells like teen spirit de Nirvana, que Años de Plablo Milanes. Hasta la próxima ducha. 

viernes, 10 de junio de 2011

Sistema

          Desde hace un tiempo decidir no comprar más computadoras listas, por lo general lo que lo que ofrecían  no era del todo de mi agrado, así que comencé a ensamblar mis propias computadoras y modestia aparte, he logrado muy buenos resultados, pero como todo el mundo, uno no es conforme, con apenas 4 años y a pesar de que la maquina estaba muy bien, ya no me gustaba como se veía, su trabajo lo hacía bien pero estaba cansado de su apariencia, un buen día decidí que era tiempo de cambiar y monte un nuevo sistema operativo, su nombre “Vista”® y paso lo que tenía que pasar, la maquina se veía más bonita, pero no era rápida, peor aún, era lenta y pesada, no reconoció todos sus componentes y comenzó un verdadero calvario para que funcionara bien, no es la primera vez que me pasa, en una oportunidad mi carro que tenía unos 10 años de comprado estaba chévere,  no recalentaba y en una revisión de rutina me di cuenta que la tapa del radiador estaba mala, le compre una nueva y empezó a recalentar. Pareciera que esa fuese nuestra naturaleza, cambiar así estén fusionando bien las cosas, las razones para cambiar son muchas, no me gusta ya, estoy aburrido, me sobra el dinero, lo que sí es cierto es que es nuestro primer impulso y así vamos por la vida cambiando lo que sirve y lo que no sirve también, ropa, maquinas, casas, carros y hasta la pareja la metemos en ese mismo saco. ¿Esta misma sed de cambio fue la que nos impulso a querer sacudir al país hace 12 años? Quizás,  aburridos del sistema que ya tenía unos 40 años  y obstinados de las cosas que pasaban, decidimos cambiar una pieza para ver si mejoraba el funcionamiento pero igual que el carro no mejoro, sino empezó a recalentar el país y lo que es más grave, la situación se degenero en un cambio de sistema y paso lo que ocurrió con mi computadora, ya lo dicen los que saben sobre estas cosas “Sistema que funciona bien no se toca” mi país ahora es más pesado, menos seguro, gasta más recursos y no tiene memoria. Todo esto nos pasa por no hacerle caso a nuestros padres que siempre nos dijeron “Lo que no sirve se bota” nunca dijeron “lo que sirve se bota” y mucho menos “Lo que no sirve se vota”.
          Al carro le puse la tapa vieja, a la computadora espere por un nuevo sistema operativo que mejoró su rendimiento, pero que no me ha hecho olvidar tiempos mejores, sin embargo al país lo veo complicado, ¿necesitamos de un nuevo sistema pero que funcione con repuestos usados? Lo cierto es que el año que viene tenemos que tomar una decisión para botar lo que no sirve y votar por quien sirva.
         Hablando de piezas que no se tocan, este mes cumplo 20 años de casado con mi esposa Nayibe... en ese sistema no voy a inventar… hasta el próximo cambio.

martes, 7 de junio de 2011

Honesty

      Que buena broma, a nosotros que de bebes nos arrullaron con el himno nacional, que en primaria y secundaria vivimos escuchándolo religiosamente a las 7 de la mañana, nos tienen que obligar por ley a escucharlo en la radio, ¿Cómo fue que pasamos  de recordar nuestra infancia con el himno a nombrar la madre de un mandatario de paso al escuchar las notas patrias?
       Cuando tenía 12 años en la estación de radio de mi padre escuche a un locutor decir textualmente “La canción más bella de Billy Joel es Just the way you are pero para mí es Honesty” y empezó a sonar Honestidad, ese momento cambio mi vida. Sin entender lo que decía quede enganchado con su coro que repetía y repetía sin parar. La radio de papa, era una emisora “popular” muy popular, la música venezolana estaba presente todo el tiempo pero en especial el joropo tuyero, en la mañana y en la tarde siempre sonaba el arpa y esos cantantes con nombres de pájaros (el colibrí de Aragua, el turpial mirandino) y escuchar un cantante judío en ingles a medio día en el pueblo que me vio nacer (Ocumare del Tuy)  era un acontecimiento, allí comenzó mi relación con la música, por supuesto comenzó a interesarme otras señales (Éxitos 1090 y Caracas 750 ambas AM que ponían solo música en ingles) necesitaba conocer. A dos cuadras de la casa vivía la que luego sería una buena amiga y me prestó un disco de ROCK, el Yessongs Disc 1 y 2 fueron junto con JAZZ de Queen mis primeros acetatos de “verdadera” música, demás está decirles que perdí todo interés en la música local, lo llanero y tuyero me sonaban lejanos. Fueron los años los que hicieron que me reencontrara con la música venezolana, porque para mí “Valles y llanos” era nombre de restaurante. Ese reencuentro no fue escuchando a Reinaldo Armas ni Luis Silva, fue a través del esas rarezas que hacían rock-pop en español, Frank Quintero  y su “Dama de la Ciudad” me llevo a un llano que solo veía una vez al año cuando acompañaba a mi papa a un lugar lejísimo donde el tenia otra radio, que por cierto, sonaban un joropo diferente al del tuy, el llamado Joropo llanero, con 15 años uno no sabe lo que le depara el futuro, pero 15 años después estaba en el centro del Llano dirigiendo una emisora llanera y popular, donde 24 horas suena joropo, que es 100% nacionalista, tan nacionalista e independiente que la atacan con expresiones como “Pro-imperialista, apátrida, anti-chavista” y pare usted de contar, por el simple hecho de creer que ser nacionalista no tiene nada que ver con la marca que usamos de ropa ni con la música que escuchamos, Ser nacionalista es ser honesto con uno mismo, en cuanto a su nacimiento, recuerdos y cultura, pero sobre todo, ser honesto con las esperanzas comunes, todo lo demás es hipocresía. Es tan cierto esto, que conozco “progresistas” que escuchan muchísima música anglo y cuando están en “La hojilla” alternan sus discursos patriotas con el “Guaguanco” de la salsa Caraqueña, como si nadie los conociera. Honestamente les digo que respeto a cada quien con su forma de vida, creencias y posturas, pero estamos llegando a un punto donde se presta más atención en lo que hacen y dicen los demás sin pararnos en nosotros y es allí donde radica la principal razón del porque las cosas no cambian, mientras espero por lo que hacen los demás yo no hago nada. Seamos honestos…  Billy Joel suena en mi cabeza “Honesty is such a lonely word. Everyone is so untrue. Honesty is hardly ever heard And mostly what I need from you” (Honestidad es una palabra tan solitaria. Todos son tan falsos. Honestidad apenas se escucha alguna vez y sobre todo es lo que necesito de ti), ahora si se lo que dice y saben algo mis queridos lectores, la canción "Amanecer tuyero" me regresa a la infancia, tanto que yo sí creo que “Honestidad” es mejor que quererte “Tal y como eres” como pensaba aquel locutor que solo ponía música en ingles en una emisora popular y que hoy 32 años después es el Alcalde Bolivariano de mi pueblo natal, Hasta la próxima canción… 

miércoles, 1 de junio de 2011

"Carbón"

         Comunicar no es fácil, desde que soy un niño me ha costado comunicarme con los demás y soy comunicador, emisor de ideas; ahora veo a mis sobrinas hablando hasta por los codos y a mi papa perdiendo el lenguaje y me doy cuenta que estoy en medio de ellos y lo que es más interesante, me he visto en el papel de receptor de ideas. Con mi padre me ha tocado pasar horas “conversando”  descifrando su situación, buscando encontrar su espacio y tiempo, tratando de no incomodarlo y siempre esperando que la coherencia regrese así sea por unos instantes, para celebrar que lo tengo a mi lado, como dijo una famosa miss colombiana “Del mismo modo, en el sentido contrario” mis sobrinas me sorprenden con cada palabra nueva, es una maravilla cuando tienen una nueva expresión, el esfuerzo por entenderlas me ha dado algunos problemas, pero siempre celebro y doy gracias a Dios, que veo a esos milagros crecer. En todo caso escucho tanto a mi padre como a mis sobrinas con la misma atención y por supuesto ambas situaciones me afectan dependiendo en gran manera del momento y el ánimo. Al final entiendo lo que me dicen y cuando no, saco mi propia conclusión con los trozos de información. Esta es la parte humana del asunto, porque es cierto que es complicado esto de la comunicación, la publicidad, los políticos y su propaganda, las promesas rotas, medios, el gobierno, libertad, control…  Politólogos, periodistas, psiquiatras, locutores, médicos, tu, yo, todos opinamos para terminar en Internet, este nuevo medio donde nadie puede llamarse experto por el hecho de que cambia todos los días. Todo lo conceptualizamos y buscamos una justificación de lo que nos pasa, olvidando que tanto emisor como receptor son personas que piensan y que no podemos dar por sentado que son manipulables. Cuando veo a mi alrededor resulta que todos creen que podemos ser manejables, estudios no valen, la crianza no vale, criterio propio no vale, aquí lo que vale es controlar el medio para imponer criterio. Veo los medios y me entero que el Gobierno sube en las encuestas y  en la UNERG los violentos son los opositores, que vaina con la manipulación, ¿esto será cierto? Solo queda esperar. Es posible crear una ilusión conjunta en un grupo de personas, mas eso no significa alterar para nada la realidad.
                Hace unos días, mi cuñado medico estando post-guardia se sentó en la cocina y una de sus hijas le insistía que hiciera parrilla, a lo que le contestaba que no había nada para hacerla, Elisa (la morocha) se volteo al lavandero y saco una bolsa de carbón y le grito: “aquí esta esto, cabrón” a lo que él le respondió “Hija, suele decirse, Papa”, por supuesto que el sabia que ella no quería llamarlo así, ella quería decir  “Carbón” e hizo un chiste de la situación, pero igual se me ocurre que no importa casi lo que diga el “emisor” del mensaje, al final nosotros los “receptores”  entendemos lo que nos da la gana. Hasta la próxima información, si la entendemos...