viernes, 1 de marzo de 2013

Esperando el regreso… Ignorancia deliberada o una malicia determinada.


Y es que ya es tiempo que tengo sin escribir, no quiero convertirme en uno más del montón que escriben sobre la enfermedad, pasión y muerte del líder de la revolución, no importa cuál sea tu nombre ni qué cargo tienes ni cual importante eres, se ha dicho tanto sobre esto, que todo lo que uno leer lo único que despierta es duda y estamos hablando del Presidente de nuestra Venezuela, el Presidente de todos nosotros, yo no vote por el, pero eso no me hace menos venezolano así como exigir que se diga la verdad, sea cual fuese, me hace apátrida. Chavez se fue del país dejando no solo ordenes sino estableciendo el orden de mando para los días posteriores a su partida y se me ocurre pensar que lo que ha sucedido en estos casi tres meses viene pasando desde hace años, de buenas intenciones están llenos los cementerios, con la diferencia que antes se hacía el pendejo y ahora no se entera.

El 8 de diciembre de 2012 El presidente Chávez en Cadena Nacional le dijo al país:

-       “Pues, él (Nicolás Maduro) queda al frente de la Vicepresidencia ejecutiva de la República, como siempre hemos hecho en permanente contacto. Pero yo quiero decir algo, quiero decir algo, aunque suene duro, pero yo quiero y debo decirlo, debo
decirlo. Si como dice la Constitución, cómo es que dice, si se presentara alguna circunstancia sobrevenida, así dice la Constitución, que a mí me inhabilite, óigaseme bien, para continuar al frente de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, bien sea para terminar, en los pocos días que
quedan… ¿Cuánto?, ¿un mes? Hoy es… Sí, un mes, un mes.
-       Diosdado Cabello: Treinta y dos días.
-       Presidente Chávez: Y sobre todo para asumir el nuevo período para el cual fui electo por ustedes, por la gran mayoría de ustedes, si algo ocurriera, repito, que me inhabilitara de alguna manera, Nicolás Maduro no sólo en esa situación debe concluir, como manda la Constitución, el período; sino que mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que —en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales— ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón. Es uno de los líderes jóvenes de mayor capacidad para continuar, si es que yo
no pudiera —Dios sabe lo que hace—, si es que yo no pudiera, continuar con su mano firme, con su mirada, con su corazón de hombre del pueblo, con su don de gente, con su inteligencia, con el reconocimiento internacional que se ha ganado, con su liderazgo, al frente de la Presidencia de la República, dirigiendo, junto al pueblo siempre y subordinado a los intereses del pueblo, los destino de esta Patria.”

La consecuencia directa de rodearse de personas irresolutas es que a la hora de las chiquitas no asumen. Chávez se rodeó de personajes que no se atreven a obedecer esta última orden, ojala fuese por cálculo político o buenas intenciones, la realidad es que no tienen lo que hace falta para dirigir al país.  
Ya para el día de hoy, quizás Maduro fuese presidente electo, pero cuando la cobardía se asocia con un poder prostituido degeneramos en un cuadro como el que hoy nos pintan las instituciones. Si algo ha quedado demostrado con la enfermedad presidencial es que aquí no existe la división de poderes. Un amigo ex miembro de la COPRE (el último intento serio para reformar el estado, por allá a finales de los ochentas) me decía “pero bueno Eleazar, tranquilo el pueblo se va a cansar de esto” es cierto pero al pueblo hay que ayudarlo, para cuando Chávez gano en 1998, la intelectualidad de este país tenía 20 años socavando la credibilidad de la democracia, cuando el cerro finalmente se cansó, los medios, los intelectuales y todo en general era “anti política” ahora esos mismos medios son “anti Chavistas” por eso el ataque acelerado contra la opinión, Maduro, Diosdado y la larga lista de oportunistas y golpistas saben que no pueden dejar que ese sentimiento baje a los estratos más humildes, pero no lo van a poder evitar. De otra manera, le ocurrirá a Maduro lo mismo que a Carlos Andrés Pérez, es bueno recordar que fue el mismo Acción Democrática quien le quito el apoyo que finalmente produjo la destitución como presidente de la república por parte de las instituciones democráticas, esas mismas instituciones que aplaudieron a Fidel Castro en la toma de posesión de CAP en 1989  y era aun lo que hoy llamamos la “cuarta” ahora bien, ¿se imaginan a un Maduro Presidente con una Asamblea nacional y un Tribunal Supremo alineados con Diosdado? Otro Castro aplaudirá y otro presidente será destituido. ¿Esa situación abrirá un camino para otra etapa? De ninguna manera, serán ellos mismo, más radicales, más manipuladores, más de lo mismo. El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla. Mientras tanto en el país real, la inseguridad sigue matando inocentes, la comida no aparece en los anaqueles, la economía nos acosa y la oposición está pensando en fabricar un candidato y no aprovechar el camino recorrido.
La torpeza y miedo de quienes hoy usurpan el poder, sin querer, está dando tiempo para recomponer las fuerzas opositoras, no lo perdamos nosotros, no seamos víctimas de una Ignorancia deliberada o una malicia determinada que nos llevara a seguir votando para poder reclamar y no para elegir. De seguro, ustedes mis queridos lectores, continúan esperando el regreso, la pregunta es ¿Qué esperas, al presidente o a la democracia? Solo tú tienes la respuesta. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario