domingo, 23 de marzo de 2014

Caminar...

Después de 22 años de matrimonio, unas fiestas decembrinas espectaculares y un "cumpleaños feliz" mi esposa, ahora ex, me dijo que "me quería muchísimo pero que no me amaba" que manera de empezar un año, los detalles de esa conversación los dejare para mis memorias, que en su momento las compartiré, por ahora me limitare a estas líneas. Por supuesto, que sorprendente revelación produjo en mi un cataclismo de pensamientos y sentimientos, que van desde el dolor por la pérdida hasta la ira por la situación, pase por las fases que tenía que pasar, todo el que se me acerco me daba animo, "Todo pasa, Busca ayuda, hay mujeres de sobra, plantéate metas cortas, haz ejercicios" por una parte y por otra "búscate otra, no le jales bolas, que se joda, le ira peor, tiene otro" en fin todo el mundo tenía una postura sobre mi vida. A todos les doy las gracias, más allá de estar de acuerdo o no con sus opiniones, todos me ayudaron y me siguen ayudando en esta nueva etapa, complicadísima por demás, que me ha tocado vivir, con un país que no sabemos qué va a pasar mañana, la peor economía de todos los tiempos y ahora de nuevo a la calle a formar parte del mercado. De todo lo que me dijeron, lo que más se repetía era aquello de "todo pasa" "Metas cortas" que yo dentro de mi depresión y mi anhedonia no sabía cómo es que "todo pasa" y mucho que era eso de "metas cortas", nada me sonaba a coherencia.
Me tomo mes y medio pararme y salir a caminar, así literal, cansado de pensar y de buscar porqués y culpables, un buen día sin haber dormido nada en la noche anterior, me pare de la cama, me puse ropa deportiva y me fui a caminar a ver si dejaba de pensar, camine 30 minutos y cuando regrese a la casa, muy sudado, estaba peor que antes, había pensado todo el camino, me pareció un fracaso, salí para no pensar y resulto que pensé demás. Al día siguiente me pregunte si saldría a caminar, y como lo hice el día anterior me dije "que mas da" esta vez salí a pensar 30 minutos fuera de mi casa. El tercer día, fue lo mismo, 30 minutos pensando mariqueras, por un instante, pensado que era mi fin, interrumpió mi pensamiento un vigilante de un edificio cercano, "amigo si yo hago eso de caminar me muero" ¿que vaina es? si yo estaba caminando para sentirme vivo, al final de ese día me felicitaron varios muchachos, muy jóvenes, por lo que estaba haciendo, ocupándome de mi, seguía caminando. Fue al cuarto día que la cama me hacia una invitación a quedarme acostado, que el dolor corporal era superior al dolor que sentía por la perdida, en efecto, me dolía todo el cuerpo y no podía pensar en nada más, me regañe "qué coño te pasa Eleazar, sal ya haz tu caminata" fue terrible, treinta minutos son ocho cuadras en mi Urbanización y a la vuelta 2 estaba realmente mal, no soportaba el dolor, pero ahí estaba yo caminando, avanzando en mi objetivo, yo quería y tenía que terminar mi caminata, tenía que llegar a mi meta y así lo hice.

Lo que me dijo "Una vieja amiga de un hombre divorciado" empezaba a tener sentido...

Resulto ser que mi "meta corta" tenía un nombre: "Caminar". Todas las mañanas me paro a caminar 40 minutos, es mi primera meta diaria y me llena de satisfacción decir que la logro todos los días, en ocasiones pienso, en otras no, eso no se puede evitar, lo que si es que me concentro en mi meta y entendí que se puede lograr cualquier cosa, solo tienes que empezar, así no tenga o no le veas sentido empezar. Caminar me anima todos los días a enfrentar el día y a plantearme otras metas mas ambiciosas, que al igual que esta las cumpliré, y así se va superando lo que nos hace daño, y es verdad, "con una pequeña ayuda de los amigos" el duelo se puede vivir dignamente, así que si tienes alguna perdida, de cualquier tipo, vive tu duelo, plantéese metas cortas, sal a caminar sin mirar atrás, que todo pasa.

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