sábado, 19 de noviembre de 2011

Solidaridad.


Durante los años ochenta y el principio de los noventa, yo era un especialista en llegar a cualquier hora a la casa, A mis padres en San Juan , en más de una oportunidad los sorprendí llegando a altas horas de la noche. No era que no había peligros, sencillamente no tenía miedo. Ir de Ocumare del Tuy a La Guaira a buscar una muchacha para después ir a “Winners” (antigua City Hall en el C.C.C.T.) para de allí terminar a medio día del sábado en alguna playa del litoral se hizo una norma en aquellos años, Salir de un concierto en el Poliedro, comer unos perros en Plaza Venezuela y terminar viendo el amanecer en la Guaira o salir a las 10 de la noche a San Juan de los Morros para amanecer un sábado desayunando en la mesa de la casa con mi mamá, así era cada semana, muchos eran los peligros pero siempre me parecían ajenos. En una oportunidad, saliendo de algún concierto fuimos a parar a Mamo (Litoral Central) y como a las 6 de la mañana se apareció otro carro, fue la primera vez que “sentí” que estaba en peligro, no paso nada pero la preocupación apareció. En otra oportunidad, llegando al Tuy, unos motorizados sin luces se nos aparecieron a los lados eran las 10 de la noche y andaba con Nayibe y mi hija mayor Eileen, así surgieron, poco a poco los temores. En 2 oportunidades, saliendo de Bancos me asaltaron a mano armada, para quitarme el dinero, oro y celulares que tenia encima, debo confesar que la primera vez que me ocurrió pensé que era alguna broma de mal gusto, pero finalmente me pusieron una pistola en la cara, la segunda vez, la “montaron” delante de mí, y fue dentro de una oficina, de los peores momentos en la vida, cosa que no se la deseo ni a quienes me han hecho daño alguna vez. Lo peor de todo, es que esta escalada de miedo ya rodea nuestras casas y cuando una madrugada recibí una llamada, donde me informaron que en la casa de San Juan, un hombre se metió a robar y en la casa solo estaban Mi padre enfermo, mi Madre, Mi Hermana y sus hijas y mi esposa, ya aquello no era una “sensación de inseguridad”, estamos viviendo sin seguridad, que es muy diferente. Leer la prensa nos da una referencia, por más cruda que parezca, no se compara con la experiencia de vivir un momento de vulnerabilidad como los que se suceden cuando uno está al frente de una situación de este tipo, Desde ya hace mucho tiempo, vivimos encerrados, enrejados en nuestras propias casa, no salimos de noche y ahora que nuestros hijos están en la edad de querer conocer, el miedo es la constante. Secuestros, asesinatos, robos, violaciones son palabras que se leen todos los días en los diarios y repito que eso solo es una descripción que no se acerca a vivir un ataque de esta naturaleza, así que la culpa no es del mensajero, ni siquiera del mensaje en sí. Con un Gobierno incapaz de tomar medidas contundentes para enfrentar esta problemática, ya que eso significa perder votos y hacerse impopular, inventando enemigos, listas y misiones para mantener ocupado a la gente pensando en cualquier promesa menos en inseguridad. En cambio, ha tratado de invertir los valores de nuestra sociedad, criminalizando los frutos del trabajo y justificando el delito, por aquello de culpar al capitalismo de que la gente “quiera tener”, eso sí siempre que sea quitándole al que tiene, pobre de mi país. Ayer venia de Calabozo en un carro que me quita más dinero que mi esposa, estaba revisando cómo va el trabajo de mi camioneta y el carrito comenzó a recalentar, así que me estacione cerca de la Hacienda “La Maravillas”, el que anda con un carro viejo debe cargar, herramientas, cables, fluidos y repuestos para evitar ser víctima del hampa, me dispuse a bajarle la temperatura al Toyota cuando de la nada apareció un camión detrás de mi estacionando, en eso pensé Me asaltaron, pero no, resulta que era un buen hombre que se ofreció a ayudarme con el carro, eran las 4 y media de la tarde así que ya pronto caería la noche, le agradecí y proseguí mi regreso a casa, una hora más tarde, cerca de Ortiz, estaba una camioneta igual a la mía y un señor estaba pidiendo ayuda, tenía un envase para gasolina y una manguera, me parecía mucha casualidad que la camioneta era igual a la tengo, pare mi carro y retrocedí a auxiliarle, mientras me estacionaba aparecieron los miedos, ¿No será que me van a robar?, ¿Cómo puedo pensar así, si hace minutos un desconocido se paró a auxiliarme? Pero igual seguí, tome algunas precauciones, no estacione tan cerca, me baje “cachimbo en mano” el hombre se acerco a pedir gasolina así que hice que el mismo la sacara del tanque, fue cuando me percate que dentro de la camioneta había una señora con dos niñas, una de brazos, le pregunto al señor y me dijo "que es su esposa y sus hijas y van para San Juan de los Morros", tenían allí 1 hora y nadie se paraba, Claro por el temor, yo ando medio accidentado también y voy para San Juan y me dijo, dale tranquilo, en la próxima bomba pongo gasolina y sigo pendiente. Nos despedimos. Lo más cruel de este relato es el miedo, porque ya ni solidario se puede ser por temor a que nos hagan daño. Mi madre siempre cita un versículo, Mateo 24:12 Y por haberse multiplicado la maldad, la caridad de muchos se enfriara. Que fría esta la solidaridad en mi Venezuela. Yo no me voy a dar por vencido, claro no soy quien maneja las policías ni los organismos de estado, pero puedo votar para que las cosas cambien, así que ese es mi acto de solidaridad con muchos. No nos quedemos en la casa a causa de la maldad, salgamos a cambiar las cosas, así sea solo el próximo 7 de Octubre de 2012. Hasta la próxima estación...

1 comentario:

  1. Saludos hermano querido . . . el miedo como se dice en el campo espiritual, es la raiz de todas las emociones perturbadoras, de él nacen la separacion en la ilusion de la dualidad, la rabia, el odio, la venganza, la tristeza y hasta la depresion, y siempre estan enlazadas unas con otras, es decir el miedo a ser asaltado es el mismo miedo a no alcanzar el triunfo o el exito en un proyecto, o a perder a un ser querido aun cuando aun lo tengamos junto a nosotros todo el tiempo, el miedo al dolor que causa una discusion perpetua el ciclo de arrepentimiento, tristeza, desconcierto, critica y nuevamente discusion, y genera nuevos estados de soberbia con los que terminamos cayendo en las mismas situaciones dificiles . . . para mi, el miedo siempre sera una OPCION, vivir cada instante es una constante eleccion entre temor o AMOR, y en lo personal siento una gran diferencia entre tener miedo o estar totalmente alerta en el momento presente pero en calma, asumir las situaciones dificiles con claridad mental es mas practico y efectivo que dejarnos asaltar por el temor que nos coloca un velo entre nosotros y la realidad "alli afuera", asi que como bien dices hermano seguimos enfocados en ser solidarios y compasivos con todos los seres que se cruzan en nuestro camino a pesar de la sosobra que podamos estar experimentando en nuestro hermoso pais. Estamos conectados en intenciones poderosas para que esto cambie y en verdad se siente la fresca brisa de los tiempos que estan por venir, no solo en nuestro amado terruño sino a nivel global . . .
    Un abrazo del alma con todo mi cariño . . . Gracias por compartir tantas hermosas enseñanzas =)

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