jueves, 16 de febrero de 2012

Majunche tu padre...

Desde hace un buen tiempo, la principal preocupación que tengo es la seguridad, no hay un día que me sienta seguro, ya ni en la casa tenemos esa paz y a tenor de las noticias, ni los muertos la tienen, es mucha la violencia que a los cementerios solo se puede ir a ciertas horas y no estamos seguros. La sociedad en la que vivo esta signada por la violencia, basta mirar a nuestro alrededor, todos hemos sido víctimas de este “fenómeno social” y los que tenemos la suerte de seguir contando nos corresponde hacer algo al respecto. Durante los últimos días hemos recibido un buen número de promesas electorales, casi todas referentes al tema de la seguridad y a decir verdad ninguna me ha convencido del todo, más inversión, más policías, más canchas deportivas, más escuelas de música, nada me parece, ni hablar del gobierno con 13 años y aun nos cuenta que “heredo” el problema cuando la realidad es que con su discurso, inoperancia y oportunismo no solo no ha hecho nada por mejorar la seguridad de los ciudadanos sino que ha invertido los valores de manera tal que ahora los “privados de libertad” por cometer delitos, recibirán un sueldo mientras dure su sentencia, sueldo mínimo por cierto, lo que me parece una aberración desde todo punto de vista, en algún tiempo alguien sin trabajo procurara caer preso para ganar dinero “honestamente” no me jodan, esto no puede continuar… Con esta idea en mente, pensaba en las soluciones del problema, decir que es complicado es corto para la dimensión que tiene y repase las propuestas de los precandidatos presidenciales, en particular me llamo la atención la única propuesta que no incluía la palabra “seguridad” esta se basa en la Educación y aunque suene a lugar común me dije “este es el camino”
¿Cómo podemos reeducar en nuestras cárceles a quienes no han sido educados? Empecemos por educar no solo a quienes vienen creciendo sino a nosotros mismos de cara a la nueva sociedad, La pedagogía de la persona, una concepción fundada en el humanismo cristiano que parta de la consideración del hombre como persona del proceso educativo. La educación como propuesta para disminuir la inseguridad tiene sentido cuando hacemos de la pedagogía contraria al simple adiestramiento para hacer del hombre un engranaje de la maquinaria de producción, más bien la Educación debe buscar la autentica formación y capacitación  técnica, científica y/o humanística, para  que la persona, en su proceso de descubrimiento, pueda optar libremente en función de su vocación y se comprometa responsablemente con la comunidad que lo rodea y el mundo en que vive.
La Educación como libertadora, como última instancia, el aprendizaje de vivir libremente la vocación dentro de un contexto que valore la persona como ser humano y respete los logros hechos en libertad, por ello es contraria a métodos que menoscaben o violenten la dignidad de la persona humana y para ello sus procesos deben ser democráticos y participativos fundados en la reciprocidad y el amor, antes que la dominación, la manipulación o el aislamiento. Nosotros somos autónomos, inteligentes, conscientes, libres, voluntariosos, responsables y con valores inculcados, cualquier persona que lo dude, no merece estar al frente de ningún grupo y menos ser presidente de una nación. Es aquí cuando veo a nuestro primer mandatario, nuestro empleado, lo veo en cadena insultando a sus contras diciéndoles Majunches que no significa otra cosa que “De calidad inferior, deslucido y mediocre” les confieso mis queridos lectores que mi primera reacción fue pensar “Majunche tu padre” pero no, yo no soy Majunche, soy Ciudadano, es facil notar que él no le habla a nadie salvo a un espejo con el cual practica sus interminables delirios mostrados en cadena. Que deslucido y mediocre se ve…
Termino  diciéndoles que la respuesta ante la inseguridad es más y mejor educación, nos llevara tiempo, pero ese el camino, no nos distraigamos en palabras necias, por lo menos, hasta mi próximo escrito. 

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