Mesa: mueble cuyo cometido es proporcionar una superficie horizontal elevada del suelo, con múltiples usos, como pueden ser el trabajar sobre ella, comer o colocar objetos. (http://es.wikipedia.org/wiki/Mesa)
Mi papa solía decir que las cosas tienen nombres porque hemos convenido en llamarlas como tal. Para ser completamente sincero, a esta aseveración jamás le preste mucha atención pero con ella crecí y si le sumamos que las cosas hay que llamarlas por su nombre, entonces basta con saber el idioma y podríamos defendernos en la vida completamente, pero no es así. Si bien mi padre no deja de tener razón en lo que muchos años después entendí que más que una frase era un mecanismo de defensa, las cosas se llaman como tal pero son solo una referencia para no perdernos en esta aventura que se llama vivir. Una mesa no deja de ser un mueble cuando pasa a significar familia. Una familia no deja de ser un grupo de personas unidas para llegar a ser amor y el amor no deja de ser un sentimiento cuando lo llegamos a vivir. En mi caso particular, una mesa es un llamado, es mi padre hablando, es mi madre atenta, son mis hermanos y hermanas, mi familia, las familias. En la mesa nos acercamos mucho más que en cualquier otro espacio. Donde aprendemos de nuestros ancestros, es donde escucho un chiste de mi cuñado, donde mi sobrina grita “Carbón” y por lo general es donde pienso estos escritos. A mis cuarenta y tantos abriles les puedo decir con propiedad que las cosas son mucho más de los que sus nombres nos dicen y las frases no son una suma de significados, “soy bachiller” dejo de ser una alcabala para convertirse en una alegría, un libro ya no es una obligación es ahora un refugio, suegro deja de ser mi suegro para convertirse en un titulo, “20 años no es nada” dice un tango, 20 años cumplen los Simpson, 20 años tengo de casado y por lo cual estoy agradecido… Hace años un “Te amo” era un pasaporte, una llave a explorar pieles y cuerpos, una frase poderosa que abría el alma de incautas arriesgadas, pero en 20 años muchas “mesas” han pasado, alrededor de muchas “mesas” me he sentado, a estas alturas “Te amo” significa Gracias. Nayibe, Gracias por 20 años de aventuras. No tengo otra forma de decirlo, así que por ahora me despido, hasta la próxima mesa.
jajajajaja!! buenisimo hermano!!!! definitivamente las palabras solo funcionan para denominar algo y poder diferenciarlo de otra cosa, pero una palabra jamas podra captar el profundo significado de lo que realmente representa para cada uno de nosotros un objeto, un lugar y mucho menos un sentimiento. . . Es como querer definir con tres letras lo vasto, profundo, diverso y poetico del "Mar". Un abrazo inmenso Eleazar y gracias por estos momentos de enriquecimiento a traves de tus palabras . . .
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